El ex regidor Víctor Nila, de procedencia priista, fue presentado como refuerzo estelar del equipo encabezado por el otrora panista Carlos García, quien a costa de empellones pretende ser el candidato de MORENA o del PT a la Presidencia Municipal de Silao.
En una reunión con la militancia y a la que también acudió la regidora capitalina Magaly Segoviano, Ernesto Prieto presentó al joven emanado de la Confederación Nacional Campesina (CNC) como un “gran colaborador” que lleva más de 9 meses operando como estratega para el partido fundado por López Obrador, aunque sea un enlace del PRI entre el Poder Legislativo y el municipio de las limas.
Junto con Virginia Chacón, Víctor Nila es uno de las cartas impresentables de MORENA en Silao, pero llega dotado de carisma a reforzar las estrategias que Carlos García está implementando con el apoyo de Ricardo García Oseguera para apoderarse de la candidatura morenista a la Presidencia Municipal de Silao, según hizo saber Ernesto Prieto en la reunión a la que también asistieron los ex priistas Nicolás Vela y Ernesto Millán, quienes aspiran a la primera regiduría de la planilla carlista en caso de que definitivamente se decida hombre en la candidatura a la Presidencia Municipal.
Según Ernesto Prieto, el ex edil silaoense —que recibió el cobijo del líder agrarista Gerardo Sánchez— será una pieza clave en el equipo de Carlos García, al lado del ex priista Juan Arturo “Johnny” Valdovino y Ricardo Blancarte, a la vez enlaces de Rogelio Santoyo, líder del grupo “Silaoenses contra la corrupción”. La presencia de Víctor Nila, el ex priista incómodo, incomodó al grupo de las calles Loreto, Pescador e Iturbide, cuyos miembros aparecerían en la planilla de Carlos García, ya fuese en el PT o MORENA. Nila, a su vez, se encarga de promover al ex panista Juan Antonio Morales Maciel como una opción rentable, a pesar de que Alma Alcaraz se empeña en defender la candidatura femenina en Silao como el camino electoral más viable.
Si Alma Alcaraz refrenda su papel de dirigente estatal de MORENA, los planes de Carlos García al frente del morenismo se desmoronan y se vería obligado a rentar la franquicia petista para, desde allí, volver a pelear por una candidatura. Es, en pocas palabras, aferrarse o sucumbir. Y Nila, tal y como lo hizo con Leonel Mata, lo sabe muy bien. Llega a contaminar, pero gana contaminando.
